La superficie de Taiwán es pequeña, pero el terreno es complejo, con colinas, montañas, llanuras y arroyos que se entrecruzan. Las tierras agrícolas aquí son diversas y cambiantes.

A diferencia del paisaje interminable de cultivos en los países continentales, las fortalezas de las granjas de frutas y verduras de Taiwán son variables. Más allá de sus plantaciones al aire libre, y de cuidar cuidadosamente de un invernadero, cuando se cultiva la calabaza, maíz, cúrcuma, cebolleta, camote, rábano, etc., cada pequeño huerto está lleno de deliciosas verduras.

Lo más hermoso es la relación entre el agricultor y la tierra. Damos la bienvenida a todos aquellos que lo visiten para que traten los cultivos y los insectos con todo su corazón y puedan sentir el verdadero sabor de la alegría en la vida.