Con la tecnología agrícola avanzada de Taiwán y sus diversas condiciones de terreno y clima, las flores nativas de aquí no solo se diversifican, sino que también se introducen flores de varios países, tanto de zonas templadas como tropicales, lo que permite que las estaciones sean coloridas y se forme una belleza de paisaje único.

Cada primavera de marzo, las azaleas (rododendro) y los cerezos en flor (sakura) compiten por la belleza, la ceiba y la trompeta dorada están en plena floración, y al mismo momento se exponen las orquídeas, las bellas flores que enorgullece al mundo.

En abril, el romance entre las glicinias, las calas (alcatraces) y lirios de Formosa dan la bienvenida a la primavera. Verás el árbol de tung asiático llega en mayo. En junio caen las hojas doradas de la caña fistula, y el loto y la hortensia crecen con sus elegancias.

Cada verano en julio, los girasoles dan la bienvenida. La bignonia azul (thunbergia grandiflora) abunda y llena en forma de pasillos de flores. De agosto a septiembre, las flores de lirio de día (daylily) tiñen la tierra de oro. En octubre, el otoño es fresco y la miscanthus (eulalia) está en plena floración. En noviembre, el ciprés calvo cambia su color en varios lugares. De diciembre a febrero del año siguiente, la colza, el cosmos y los girasoles se convierten en un mar de flores, haciendo que el frío del invierno esté lleno de entusiasmo.

Durante todo el año, Taiwán siempre es colorida por las diferentes flores exclusivas de cada temporada.